Lo primero es cortar los corchos que conformarán la cabeza, el cuerpo, las patas, las orejas y la cola. Como mencioné antes esta actividad debe ser reservada para los adultos, ya que es peligrosa y los niños podrían hacerse daño. Incluso les recomendaría que dentro de lo posible lo hiciéramos los padres solos(sin niños presentes) la noche anterior, para que los pequeños no nos vean y se inspiren para luego copiarnos cuando no los vemos.
Antes de pintar, te conviene preparar cada parte del cuerpo. Pega las orejas a la cabeza y la cola al cuerpo. También te conviene hacer una insición con el cuchillo en los sitios donde luego hundirás los palillos de dientes, para que te sea más fácil la perforación.
Una vez que las piezas estén listas, procedan a pintarlas. Es más fácil pintar las piezas por separado y unirlas al final.
Una vez que las piezas estén secas, únanlas con los palillos de dientes. Para que las uniones sean más resistentes, conviene poner un poco de goma de pegar.
Ya que el animalito tenga forma, pueden dar una segunda mano de pintura, donde simplemente completan los detalles, como los ojos y boca, y las líneas que añadan expresión.
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